Trabajamos juntos en un taller de cocreación

El pasado día 18 de febrero nos juntamos ciudadanos y ciudadanas para realizar una sesión participativa con una metodología de trabajo que nos permitió detectar problemas y necesidades de la ciudad de Cuenca con el fin de encontrar posibles soluciones. Para ello, Javier Marquina, Alejandra Gutierrez Faus y Cristina Escandón ejercieron el papel de «facilitadores» en este taller, ayudando a los ciudadanos y ciudadanas en un proceso adaptado de Design Thinking.

Pero, ¿qué es hacer co-creación?

Hacer co-creación consiste en integrar todos los puntos de vista que están presentes en un determinado proyecto. Eso significa hacer partícipe a toda la gente desde el inicio, y es lo que hemos querido hacer en el proyecto +CUENCA Ahora (+CU) junto con el equipo de diseño para generar un cúmulo de posibles ideas que respondan a la posible resolución de un reto. La metodología que usamos es el Design Thinking: un proceso que se apoya en herramientas y técnicas que ayudan a descubrir los «hallazgos» necesarios para realizar con éxito el proyecto, permiten seguir un hilo conductor y potencian la creatividad al mismo tiempo que el análisis.

El reto: ¿qué podríamos hacer para mejorar Cuenca?

Para trabajar en este gran reto, utilizamos una dinámica que fomentó la escucha activa, evitando juicios de las ideas de los demás y de uno mismo, con la participación de todos y todas. Cada grupo, empatizando con los demás, detectó distintas necesidades en la ciudad que plasmaron en un mural y organizaron según temáticas.

Se trabajó la priorización de estos hallazgos, para lo cual, los grupos rotaron, evitando los posibles sesgos de las ideas propias. Esto nos permitió establecer las necesidades más demandadas, las cuales se han convertido en los puntos de partida de las líneas de actuación de +CU.

Detectadas las necesidades abordamos posibles soluciones

Todo comenzó con una batería de preguntas: ¿Cuál es el problema que hemos encontrado? ¿Cómo podríamos resolver ….? ¿Por qué piensas que es la posible solución? ¿A quién beneficia la solución? y ¿Por qué beneficia esta solución?

Este trabajo nos ha permitido obtener una información muy valiosa para obtener propuestas de actuación. Un trabajo que inicia ese hilo conductor para seguir investigando sobre los problemas detectados, empatizando, definiendo el problema concreto a resolver, no solo confiando en la tradición, en la intuición o en la rutina de identificación de problemas, sino preguntando a los ciudadanos y a las empresas lo que ellos necesitan que sea resuelto. Una vez identificado y analizado el problema, se debe experimentar con las posibles soluciones innovadoras que se generan, orientadas a mejorar los servicios públicos, lo cual quiere decir que antes de implementar un servicio, hay que testarlo y ver lo que funciona bien y lo que no, y así reducir el riesgo de rechazo y de fracaso en el futuro antes de escalarlo.